Estas bocas son nuestras

Aurelio Fernández


El 29 de marzo de este año (2006) logramos reunir los factores suficientes para llevar a cabo un episodio en la discusión sobre la situación de los medios de comunicación en México que ha sido calificado como ejemplar. El auditorio de la Universidad Iberoamericana Puebla fue el sitio para un encuentro inédito entre académicos, investigadores y estudiantes de las carreras de Comunicación en las universidades De las Américas, Popular Autónoma del Estado de Puebla, Autónoma de Puebla y de la propia entidad anfitriona, así como actores sociales interesados en el tema, quienes enfrentaron a los representantes estatales ante el Senado de la República para indagar sobre el sentido del voto que emitieron al día siguiente y las razones de cada uno para emitir su posición frente a las leyes de Radio y Televisión y de Telecomunicaciones.

Ese acontecimiento, narrado en las páginas de este diario y en el noticiario de Fernando Canales, USN –ambos co-organizadores del acto- es el origen de esta publicación. Quedó entre nosotros la convicción de que podíamos hacer escuchar nuestras voces no sólo en las aulas o ante los receptores de los mensajes que emiten los medios en que trabajamos, sino ante la representación al Congreso en un momento crucial, y aun influir en el comportamiento de los senadores, tal como ocurrió.

La conjunción de estas voluntades, conocimientos y recursos ha buscado lograr continuidad en este camino y para ello busca expresarse de diversas maneras. La presentación de Medieros es una de ellas. Las cabezas visibles de importantes núcleos de universitarios y académicos dispuestos a ofrecer alternativas como expresión de la necesaria resistencia ante una poderosa ofensiva de los propietarios de los grandes medios de comunicación electrónicos que ya se vive, son Ana Lidya Flores Marín, Lilia Vélez Iglesias y Claudia Magallanes Blanco. Son académicas e investigadoras sobre la materia de Comunicación que han formado a muchas generaciones y producido importantes aportaciones en esta temática crucial. Pero, sobre todo, son ciudadanas comprometidas con una clara posición frente al difícil momento que vivimos. El espacio que hoy ponemos a su consideración es también un territorio abierto a otras expresiones y esfuerzos que consignaremos cada semana, los miércoles para ser precisos, en que Medieros aparecerá dentro de las páginas de La Jornada de Oriente.

En este momento podemos apreciar señales ominosas en materia de libertad de expresión. En apariencia no habrá marcha atrás en las leyes de Radio y Televisión y Telecomunicaciones, a pesar de ser del todo evidente su carácter inconstitucional, como lo demostró el escrito signado por 47 senadores y entregado a la Suprema Corte de Justicia de la Nación.

Los medios electrónico, abierta o disimuladamente, han cerrados sus puertas a expresiones que les resulten incómodas. Los mensajes contra López Obrador que fueron presentados reiteradamente durante semanas en Megacable son un ejemplo de ello; gracias a la movilización ciudadana fueron quitados del aire, pero el propósito faccioso fue más que evidente. La cadena de Televisa llamada Sky ha retirado la transmisión del programa de Carmen Aristegui junto con toda WRadio, y no resulta creíble el argumento de que se trata de un “problema técnico” después de más de dos semanas de suspensión. No queda más que la acción ciudadana para tratar de contrarrestar estas perniciosas tendencias, impulsadas por el enorme poder de los consorcios a los que pertenecen las televisoras y sus aliados en el Poder y en otros medios de comunicación.

A este esfuerzo los convocamos en estas páginas. Ojalá muchos formemos parte de él.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Publicaciones Anteriores