Claudia Magallanes Blanco
El pasado lunes 15 de
octubre el espacio de comunicación Desinformémonos
(www.desinfromemonos.org) cumplió
tres años. Estos años han sido motivo de esfuerzo, dedicación y arduo trabajo
de parte de un pequeño equipo dedicado de lleno a trabajar en el proyecto y de
muchas otras personas a lo largo y ancho del mundo que han encontrado en este
espacio una motivación para hacer de la comunicación una herramienta de cambio.
Desinformémonos se autodefine
como “un espacio con información del campo, los barrios, los centros de
estudios, las fábricas y las comunidades indígenas”; es decir, un lugar para
quienes no encuentran lugares para la difusión de sus necesidades, apremios,
noticias y logros. En Desinformémonos
es posible encontrar testimonios de mujeres, indígenas, migrantes, refugiados,
artistas, campesinos, gente movilizada en luchas sociales por la paz, la
justicia, los derechos humanos y la dignidad humana más esencial.
El espacio virtual funge
como una torre de Babel, con idiomas varios y sobre todo voces diversas que nos
presentan un panorama de un mundo más realista que el de los grandes medios corporativos.
Desde la comunicación horizontal, la de “abajo y a la izquierda” se construye
una mirada compleja, retadora y estimulante de las realidades de personas “de a
pie” como ustedes o como yo. Desinformémonos
se define como un medio para la esperanza
y no para el falso optimismo, para el sueño y la construcción y no para la
victimización del movimiento”. En la revista virtual semanal hay historias de
valor, de coraje, de resistencia. Hay miradas inocentes y puras así como
aquellas que han sido endurecidas por el dolor y la injusticia. Desde
diferentes formatos como el video, el audio, la fotografía o el texto, uno
puede encontrar historias, reportajes, narraciones, testimonios, reportes de
todo el mundo con un discurso que nos interpela porque nos habla con palabras
que comprendemos, que sentimos y que compartimos.
En tres años de existencia
las recompensas han sido amplias pero los retos mayores. Mantener un proyecto
de esta naturaleza es un trabajo que exige compromiso, entrega y convicción. En
lo personal me parece que Desinformémonos
es un ejemplo de cómo desde la comunicación, desde los medios y desde las
tecnologías de información y comunicación podemos contribuir a delinear un
mundo en el que, efectivamente, quepan mucho mundos.
Desde “Medieros” quiero
expresar el cariño, el respeto y el apoyo que tengo hacia el maravilloso equipo
de jóvenes, entusiastas y rebeldes mujeres y hombres que hacen posible ese
espacio de comunicación. También quiero agradecerles por las miradas que me permiten
compartir cada semana desde su espacio y por la motivación para seguir creyendo
y seguir creando una comunicación más humana. ¡Felicidades Desinformémonos!
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