miércoles, 7 de noviembre de 2012

Novedades y dudas

Marissa Sánchez

La semana pasada convergieron ciertos acontecimientos en torno al ejercicio periodístico en Veracruz. El domingo 28 se cumplieron seis meses del fallecimiento de la periodista Regina Martínez; el martes 30 la Procuraduría de Justicia de Veracruz anunció el esclarecimiento de su homicidio, hecho que generó dudas y un sinfín de comentarios por la versión que presentaron las autoridades. Y este lunes 5 se aprobó reformar la Constitución local para crear la Comisión Estatal para la Atención y Protección de los Periodistas.

El anuncio de la procuraduría fue tema para más de un columnista y todos los medios impresos y electrónicos en Veracruz dieron a conocer la noticia y opinaron al respecto. La revista Proceso no podía faltar, sobre todo si se trataba de quien fue su corresponsal en este estado. Simplemente no creen en la versión dada a conocer por la dependencia y mucho menos que el presentado como uno de los dos responsables de la muerte de la periodista, sea el verdadero asesino. Mucho se ha escrito y se seguirá escribiendo en torno a este lamentable hecho que se sumó a la lista de los nombres de otros reporteros que también ya no están entre nosotros.

Ante esta ausencia que por un momento pareciera detener el tiempo, están los acontecimientos que día a día conforman la historia de este estado, del país mismo, de lo que somos como nación. Aquí en Veracruz poco falta ya para que oficialmente entre en funciones la Comisión Estatal para la Atención y Protección de los Periodistas, mientras la Comisión Técnica (creada el pasado 7 de junio) continúa con la integración del marco normativo de aquella.

Este lunes el Congreso veracruzano aprobó, en su segunda etapa, reformar la Constitución Local, a fin de crear esta Comisión que se integrará con cuatro periodistas; dos propietarios o directivos de medios de comunicación; dos representantes de organizaciones no gubernamentales y un académico dedicado a tareas de enseñanza, difusión o investigación, quienes tendrán el carácter de comisionados; y un secretario ejecutivo sin voto, al igual que los titulares de las dependencias responsables de la comunicación social y de la procuración de justicia en la administración pública estatal. Habrá que esperar quiénes serán los integrantes, lo que por supuesto generará opiniones en contra o a favor. Siempre prevalecerá la duda.

De ahí que no estaría de más tener en la memoria el legado de  nuestros muertos para que en algún momento, a fuerza de trabajo y de exigir resultados, el ejercicio del periodismo deje de ser una profesión de alto riesgo en Veracruz y en todo el país. Para que la libertad de expresión no provoque rompimientos y genere amenazas, sino que sirva para construir, para mejorar, para avanzar, para que hacer lo que te gusta deje de ser tu sentencia de muerte.

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