El
día 5 de noviembre, vuelve a ser escenario de debate en la Cámara de Diputados la ya
famosa y controversial reforma laboral, luego de que el Senado envió la minuta
con las modificaciones a siete artículos y una adición del 388 bis, los
cuales giran entorno a temas sobre democracia sindical y contratos colectivos. Discusión
que ha cautivado la mirada de todos los medios con más intensidad desde el día
de ayer y que el día de hoy ocupa las primeras páginas de algunos de los
diarios de más relevancia en nuestro país como Reforma (pág. 4) y Milenio (primera plana en la sección de
Política, p.20).
Ya
Carmen Aristegui en su noticiero de la mañana MVS noticias, había tratado este
tema días anteriores, el 1 de noviembre para ser exactos, en donde en una
entrevista de aproximadamente 17 minutos con el presidente nacional del Partido
Acción Nacional (PAN), Gustavo Madero y Jesús Zambrano, presidente Nacional del
Partido de la
Revolución Democrática (PRD), se platicaban los pormenores de
la alianza entre estos dos partidos, con el fin de sacar adelante dicha
reforma, que según dijo en una declaración el vocero del CEN (Comité Ejecutivo
Nacional) del PAN Juan Molinar Horcasitas, tiene la única intensión de
beneficiar a los trabajadores y no sacar los costos de oportunidad para el
partido.
Habrá
que ver, cuales son los resultados de esta alianza y cual será la duración de
la misma, después de que finalice este debate en contra del tricolor, el cual
aparentemente se niega a aceptar los puntos establecidos por el Senado en
materia de transparencia y democracia sindical, en la que se propone el voto
libre y secreto para los líderes del sindicato, además de un contrato colectivo
en donde se apliquen las mismas normas y derechos para todos; incluyendo
vacaciones, salarios, duración de la jornada, días de descanso, entre otros
puntos, de los cuales tendrían que gozar todos los trabajadores.
Según
una tabla publicada por El Universal en la madrugada del día de hoy,
se refuerzan estos datos, en donde el Partido Revolucionario Institucional
(PRI) y sus partidos aliados como el Partido Nueva Alianza (Panal) y el Partido
Verde Ecologista de México (PVEM) se declaran en contra de estas modificaciones
hechas por el Senado y advierten, que su votación en la Cámara de Diputados no verá
un resultado muy distinto en cuanto a su postura con relación a estas
nuevas medidas.
Así,
a estas alturas del partido ya podremos vislumbrar que es lo que nos espera en
los resultados de esta nueva discusión, esperando no tener que ver pasar otros
42 años como advirtió Luis Alberto Villareal, coordinador del PAN en San
Lázaro, para impartir justicia laboral entre los trabajadores.
Falta que
el Partido Revolucionario Institucional se de cuenta de esto y deje sus
intereses particulares a un lado y de una vez por todas deje de poner trabas en
la aprobación de esta reforma que ha mostrado causar un descontento y malestar
general entre la población mexicana, pero sobre todo una preocupación sobre el
futuro económico que tendrá el país en el nuevo sexenio que se avecina.
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