Meike Weinzierl
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| La foto de él abrazando a su mujer fue compartida más de 300 mil veces en media hora. |
Subir una
fotografía abrazando a su esposa en Twitter. Eso era la reacción de Barack Obama después
de que estuvo claro su triunfo en las elecciones de Estados Unidos el 6 de
noviembre. Ese día Obama fue reelegido como presidente para un segundo mandato
de cuatro años. El presidente obtuvo la victoria en el estado clave de Ohio, lo
que le dejó con 281 votos electorales.
Su rival,
Mitt Romney, perdió en su estado de residencia Massachusetts y también en
Wisconsin, estado de origen de Paul Ryan, que iba a ser su vicepresidente. Además
en estados como Pennsylvania, en los que hasta al final llevó a cabo su campaña
electoral de manera muy fuerte. Bastante duro para el candidato que quería ser
el primer presidente mormón. Se podía ver que su desilusión fue grande, ya que
ni se puso delante de las cámaras por mucho tiempo, ni puso mensajes en Twitter.
Media hora
después de que se conoció la victoria de Obama, una vocera de Romney declaró en CNN que
él ya no está en disposición de confesar su derrota. En cambio, Obama usó Twitter y Facebook para
anunciar su victoria. “Esto sucedió gracias a ustedes. Gracias. Cuatro años
más”, tuiteó el
presidente y firmó el mensaje con sus iniciales “BO”, lo que significa que fue
un mensaje personal. Un poco más tarde escribió otro: “Estamos todos juntos en
esto. Esto es por lo que hicimos campaña, esto es lo que somos. Muchas
gracias.”
La foto de
él abrazando a su mujer Michelle fue compartida más de 300 mil veces en media
hora. Pasaron casi 45 minutos más hasta que Romney finalmente se puso delante
de sus seguidores. Entonces también felicitó a Obama. “Creo en los Estados
Unidos, creo en las personas de Estados Unidos”, afirmó con una sonrisa. Pareció
sereno en este momento, pero también tenía más que una hora de admitir el
resultado.
Unos 2 mil
periodistas llegados de todas partes del mundo presenciaron en directo el
discurso de Obama tras reñida campaña electoral en la que se mantuvo el empate
hasta el final entre el demócrata y su rival republicano. Aunque los
republicanos siguen manteniendo la mayoría en la Cámara de Representantes,
Obama logró el control del Senado y cuatro años más de presidencia.
Romney al
final no di la impresión de ser perdedor malo por su mensaje de cortesía. Sin
embargo se notó su dolor de no haber triunfado, ya que su aparición delante de
las cámaras después de su derroto, y las felicidades a Obama llegaron mucho más
tarde de lo que suelen llegar normalmente del perdedor de los elecciones de
Estados Unidos.
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