miércoles, 26 de diciembre de 2012

Me gusta cuando callas...


Gabriela Pinto Márquez



Después de un periodo largo de silencio los zapatistas dieron la sorpresa cuando muchos esperaban el fin del mundo. La sorpresa fue con una marcha silenciosa. Quien dijo que el que calla otorga, se equivocó: los miles de zapatistas que salieron a las calles nos recordaron que otro mundo es posible y que lejos de enviar señales apocalípticas, la capacidad de luchar está ahí, vigente, sin grandes maniobras mediáticas, sin campañas, en el día a día, que es donde se construyen las verdaderas comunidades. Aunque también han sido un movimiento criticado por desaparecer del panorama mediático que sale de las normas de lo políticamente correcto, a mí me sigue causando admiración la forma en que han cambiado sus gobiernos, en congruencia con las tradiciones y formas comunitarias a las que pertenecen. Resistir al imperialismo y a las normas sociales que le caracterizan no debe ser fácil, pero el EZLN ha sido coherente al mostrarnos las posibilidades de mundos distintos, construidos desde abajo.
La estrategia del silencio ha causado disgustos a muchos, que piensan que los zapatistas desaparecieron, dejaron de hacer cosas o simplemente se dejaron vencer por el sistema, pero quien haya estado pendiente de los sitios a través de los cuales los zapatistas envían mensajes, sabe que la lucha ha estado ahí, constante como el rumor de un río que a veces se aquieta, pero que de repente adquiere mayor fuerza. Por lo pronto las manifestaciones vistas hace unos días nos recordaron que ahí están, como se lee en la portada del ejemplar número 1886 del semanario Proceso; hicieron manifiesto lo que ya sabíamos: que nuestro mundo se está derrumbando y que existen otras posibilidades de construcciones alternativas, que el sistema dominante es caduco y que necesitamos replantear las formas sociales, políticas y culturales.
Las opiniones que se pueden apreciar en las redes sociales han sido de lo más interesantes y al parecer los zapatistas provocan amores y odios. En la página de Facebook del semanario Proceso, los comentarios de los usuarios de redes sociales no se dejaron esperar: desde los que celebraban la reaparición de los zapatistas, en la fecha en que muchos esperaban el inicio de una época por las predicciones mayas, hasta los que criticaban al movimiento y a una de sus principales figuras el subcomandante Insurgente Marcos, asociándolo con el gobierno de Enrique Peña Nieto. Yo prefiero quedarme con lo que escribió mi amiga Volga en su muro de Facebook: "Me gusta cuando callas, porque estás como construyendo un mundo donde quepan muchos mundos".

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